Manifiesto.
Somos el suspenso antes de que explote el libro en tus manos.
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La caracola de los amantes
En su antología, Lyla Boka te invita a jugar con los opuestos que vistos detenidamente, parecen brotados de la misma semilla. Atrévete a escuchar a la caracola de los amantes y experimental el placentero filo de la dualidad: POESIA: ¿Qué ritmos descifras? ¿El correr del agua? ¿El zumbido de una mosca? ¿El retumbar de la tierra bajo pies danzantes? De verso en verso, la autora se desplaza por un paisaje musical, intentado capturar cuanto detalle sea posible. NARRATIVA: ¿Cómo imaginamos al Amor? ¿Estamos condenados a vivir una tragicomedia romántica?
Con la Caracola de los amantes en mi oreja: pienso mucho en el amor y me da la sensación de que estoy en el mar.
Toda isla fue montaña
¿Cuántos años caben dentro de las plumas de un ave? ¿Cuántas historias entran dentro de una sola fotografía? ¿Y en dos, en tres…? La historia del mundo es un parpadeo. Las islas se convierten en montañas, las montañas en islas, y en ese ciclo infinito surgen paisajes inesperados, extraños y familiares a la vez. Este libro es un viaje en el que la fotografía de Santiago Vaca se mezclan, como si fueran sueños, y crean universos visuales donde las dicotomías se encuentran. Ciudades, montañas, reptiles, peces y pájaros habitan texturas y sombras, piedras y cemento; reinventan una geografía. La frontera de lo diferente se desvanece.
Entre el mar y el fuego
Dicen que la presencia humana en las Galápagos es tan reciente que la naturaleza aúno no ha logrado acostumbrarse. La gente que habita las islas sabe que ahí el tiempo tiende a contraerse, estirarse y enroscarse. La realidad, tan mágica como hostil, ha adoptado la costumbre de torcerse y atrapar a los más cautos.
Adriana Camacho escribió este libro pero muchos sospechamos que Adriana Camacho vive en él.
Cuentan que ella ha visto a muchos llegar a sus costar, unos atraídos por historias de grandes tesoros. Otros desembarcaron buscando una segunda oportunidad. Lo cierto es que nadie ha logrado escapar de la maldición de la tortuga…
Ni siquiera ella…
Acompáñala a reconstruir la historia de la ocupación humana de las islas a partir de sus recuerdos.
Con la Caracola de los amantes en mi oreja: pienso mucho en el amor y me da la sensación de que estoy en el mar.